miércoles, 22 de septiembre de 2010

La literatura Escrita por las etnias: esas otras voces que hablan de nosotros.


Nota
Con este articulo,
que debimos haber subido hace un mes,
te la seguiré cobrando Anne, la ponencia de Del, para
Guatemala en 2008, y Brasil, más recientemente,
de la que no consieré más que hacerle algunos cambios de fondo
porque ella sabe muy bien, de hecho lo dice
en El Blues de la Naranja Azul,
lo que quiere decir; inauguramos una
nueva sección, dedicada a la literatura emergente,
publicada y sin publicar, nacional que, junto al de la etnias, es nuestra prioridad.

C.A.F
Resumen: Este artículo se basa en la presencia de las etnias,
cualquiera que esta represente, y sus relaciones de género con el medio cultural
Palabras clave: Etnic Group, culture and etnic writing
Abstract: This article is based on the presence of ethnic groups,
any this represents and gender relationships with the cultural medium
Key words:womanethnic group, culture

Advenimiento y proceso.

Una mujer, negra, escritora o poeta,
no es más otra, que ella misma, y todas las demás...
June Beer...

La literatura es el arte que utiliza como instrumento la palabra. Por extensión, se refiere también al conjunto de producciones creadas de una nación, de una época o de un género, ejemplo de ello: la literatura griega, la literatura del siglo XIX, que contiene o mantiene una relación con el conjunto de obras que versan sobre un arte o una ciencia (literatura médica, literatura jurídica, etc.), que se define por su literalidad; es decir, su forma de expresarse frente, o en los demás.

Somos conscientes de que en la búsqueda de una definición precisa de los conceptos «literatura» y «literario», surgió la disciplina de la Teoría de la Literatura, que empieza por delimitar su objeto de estudio; la literatura; pero excluye lo que se ha dado en llamar literatura étnica, es decir aquello que escriben los distintos grupos que conforman una sociedad, cuyo estudio ha sido relegado al sótano del olvido, o no es tomado en serio del mismo parecer que se hace con las manifestaciones culturales de los grupos civiles, tales como la de los gays, lesbicos, y más actualmente la migratoria, que al parecer se integra dentro del desconocimiento general de literatura étnica. A comienzos del siglo XX, el formalismo ruso se interesa por el fenómeno literario, e indaga sobre los rasgos que definen y caracterizan los textos literarios, pero más específicamente, sobre la literaturidad de la obra. Roman Jakobson plantea que la literatura, entendida como mensaje literario, tiene particularidades en la forma que la hacen diferente a otros discursos; ese especial interés por la forma es lo que Jakobson llama función poética, en la que la atención del emisor recae sobre la forma del mensaje (o, lo que es lo mismo, forma parte de la voluntad de estilo de emisor), en que en efecto, hay determinadas producciones lingüísticas cuya función es únicamente proporcionar placer de naturaleza estética, en línea con el pensamiento aristotélico, que en combinación con el lenguaje: recurrencias, repeticiones, y desvíos de la norma para alejarse de la lengua estándar, causar extrañeza, renovarse, impresionar la imaginación y la memoria y llamar la atención sobre su forma expresiva; sería un lenguaje estilizado y trascendente, destinado a la perdurabilidad, muy diferente de la lengua de uso común, por tanto destinada a su consumo inmediato.

La literatura, por otra parte, exige una tradición en la que sustentarse: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha no habría podido escribirse si no hubieran existido antes los libros de caballerías. Un texto literario no puede estimarse de forma inmanente y autónoma, sino como consecuencia de otros muchos textos y antecedente de otros, esto en relacion con la intertextualidad, subyacente dentro de lo que no se dice del texto, tal como lo plantea Wolfang Kayser, a mediados del siglo XX, planea cambiar el término «Literatura» por el de «Belles Lettres», diferenciándolas del habla y de los textos no literarios, en el sentido de que los textos literario–poéticos son un conjunto estructurado de frases portadoras de un conjunto estructurado de significados, donde los significados se refieren a realidades independientes del que habla, creándose así una objetividad y unidad propia.

El término literatura étnica y sus adjetivos

Si bien Castagnino, fue el primero en indagar sobre qué es literatura y cómo el concepto se extiende a realidades como la escritura, la historia, la didáctica, la oratoria y la crítica; estudios posteriores han develado que literatura adquiere en ocasiones concretas, el valor de un nombre colectivo cuando denomina el conjunto de producciones de una nación, época o corriente; o bien es una teoría o una reflexión sobre la obra literaria; o es la suma de conocimientos adquiridos mediante el estudio de las producciones literarias. Verlaine, en cambio apunta a la literatura como algo superfluo y acartonado, necesario para la creación estética pura; en lo que Claude Mauriac propone el uso del término "aliteratura" en contraposición a «literatura» en el sentido despectivo que le daba Verlaine Para Barthes la literatura no es un corpus de obras, ni tampoco una categoría intelectual, sino una práctica de escritura. Como escritura o como texto, la literatura se encuentra fuera del poder porque en ella se está produciendo un desplazamiento de la lengua, en la cual surten efecto tres potencias: Mathesis, Mímesis, Semiosis.2 Como la literatura es una suma de saberes, cada saber tiene un lugar indirecto que hace posible un diálogo con su tiempo. Como en la ciencia, en cuyos intersticios trabaja la literatura, siempre retrasada o adelantada con respecto a ella: “La ciencia es basta, la vida es sutil, y para corregir esta distancia es que nos interesa la literatura.” Por otra parte el saber que moviliza la literatura no es completo ni final. La literatura sólo dice que sabe de algo, es la gran argamasa del lenguaje, donde se reproduce la diversidad de sociolectos constituyendo un lenguaje límite o grado cero, logrando de la literatura, del ejercicio de escritura, una reflexibilidad infinita, un actuar de signos... propuestas todas estas que, hacen de la literatura una proposición que depende de la perspectiva desde la que se enfoque. Así, se concluye que los intentos de delimitar el significado de «literatura», más que una definición, constituyen una suma de adjetivaciones limitadoras y específicas. La pregunta aquí, no importa si seccionada o, extendida seria difícil de plasmar en una sola idea: 1. Si se considera la literatura de acuerdo con su extensión y su contenido, podría ser universal, 2. Si abarca la obra de todos los tiempos y lugares o; si se limita a las obras literarias de una nación en particular, se le definiría como Literatura nacional? Según el objeto, la literatura será preceptiva si busca normas y principios generales; histórico–crítica si el enfoque de su estudio es genealógico; comparada, si se atiende simultáneamente al examen de obras de diferentes autores, épocas, temáticas o contextos históricos, geográficos y culturales; comprometida si adopta posiciones militantes frente a la sociedad o el estado; pura si sólo se propone como un objeto estético; ancilar, si su finalidad no es el placer estético sino que está al servicio de intereses extraliterarios. 3. Si las producciones, generalmente escritas, de un autor individual, que por tener conciencia de autor, de creador de un texto literario, suele firmar su obra, forman parte de la literatura culta, mientras que las producciones anónimas fruto de la colectividad y de transmisión oral, en ocasiones recogidas posteriormente por escrito, conforman el corpus de la literatura popular o tradicional, ¿Dónde se enlaza la literatura escrita por los pueblos que conforman el ideario nacional? ¿Qué establece el concepto, o idea literatura étnica?¿Cuáles son sus estrategias y manifestaciones?

El fenómeno literario étnico ha estado ha estado siempre en constante evolución y transformación, de tal modo que el criterio de pertenencia o no de una obra a la literatura puede variar a lo largo de la historia, al variar el concepto de “arte literario”.

¿Multiculturalidad, Multi-étnicos, escritura etnica?

El tema central de este artículo, sin embargo, es sobre la literatura escrita por los grupos étnicos, cuyo idioma y tema de trabajo no es necesariamente el inglés, o legado que por su descendencia, aclimatación como grupos de origen afro, mestizos, indígenas; incorporan los grupos dominantes; cuya literatura, multicultural (y de inmigrantes), ayudan a validar la literatura, con sus aportes extraordinariamente más diversos; pues al permitir la lectura de escritores cuyos nombres, al principio, parecen ser impronunciables o, por lo menos, extraños, pero que sin embargo, a medida que los jóvenes estudian esas obras aprenden más que lo que aprendieron sus padres, acerca de las experiencias vividas por representantes de diferentes grupos étnicos, raciales y de inmigrantes que hoy forman parte del mosaico que es la población de cualquier país; sin embargo, no es en absoluto un fenómeno nuevo: data de los comienzos del siglo: cuando multitudes de grupos trabajadores de otras regiones, incluida la jamaicana en nuestro caso, y de más atrás, de los que llegaron en el siglo XIX, y de más atrás aún, con la conquista de America, por ejemplo o, puesto que los indígenas son, como lo señala claramente su identificación, los únicos habitantes autóctonos del país, se puede argüir con razón que todos los otros escritores étnicos son descendientes de otra cultura; el legado del el Popol Voh, de los cuentos de los indígenas centroamericanos en la tradición oral, es efecto la manifestación de una literatura étnica.

Toda literatura es un campo de guerra. Un cementerio de tumbas blancas que lucha por sobrellevar aquello que dice su morador, y no es fácil para nadie: si los escritores blancos, anglonorteamericanos, nacidos en Estados Unidos, tuvieron que esperar su turno en el primer siglo de la historia norteamericana, los escritores multiculturales, no corrieron con mejor suerte: Frederick Douglass, a quien se lo ensalza ahora por sus memorias Narrative of the Life of Frederick Douglass, An American Slave y otros, tuvieron historias para relatar, con un círculo limitado de lectores. Anna Julia Cooper, Pauline Hopkins y Charles Chesnutt, ademas de ser las primeras escritoras, negras, norteamericanas, aparecidas a fines del siglo XIX; no tenían perfil alguno. Pero gradualmente, a principios del siglo XX, surgieron individuos esclarecidos, como el novelista William Dean Howells, director de la prestigiosa revista Atlantic Monthly, quien protegió a algunos de estos escritores, y alentó a Chesnutt, a Abraham Cahan (inmigrante judío de Europa Oriental) y al poeta negro Paul Lawrence Dunbar a practicar su arte. En dos de sus últimas novelas, A Hazard of New Fortunes y An Imperative Duty, Howells utilizó asimismo personajes étnicos, razonablemente convincentes, que hablaban en dialecto bastante más claro de un mundo desconocido para nosotros.

¿Cómo definimos los escritos multiculturales, o multiétnicos? Al principio se explicaba la etnicidad en términos de color: "rojo", "negro" y "blanco". Al avanzar el siglo XIX, y al intensificarse el debate nacional sobre la esclavitud, los ciudadanos estrecharon el enfoque a "negro" y "blanco", pero no se establece la misma condición para la literatura que escriben, y quienes escriben desde afuera sobre la obra de autores afro-nativos, o nativos indígenas, invariablemente lo hacen desde papeles estereotipados. No fue sino con la aparición de grupos como los elegantes hombres de color de habla francesa, Les Cenelles, cuya poesía discutía las complejidades de un patrimonio mixto, que surgió una voz étnica realmente característica. A fines del siglo XIX el escritor George Washington Cable empezó a pronunciarse en contra de la continua opresión de la gente de color. Su novela, The Grandissimes, fue un relato heroico sobre la esclavitud cuyo telón de fondo es el mundo acaudalado creole del estado de Louisiana. Gradualmente, surgieron otros escritos multiculturales, como los del indio cherokee John Rollin Ridge, o Yellow Bird, que en 1854 escribió una novela conmovedora, no acerca de los cherokees, sino sobre un legendario bandido mexicano que había cometido robos en California al estilo de un Robin Hood. Con el tiempo, mayormente en el siglo XX, las ricas tradiciones orales de los indígenas norteamericanos y los afronorteamericanos —que incluían cuentos, cánticos, canciones de trabajo, relatos sobre la creación, leyendas de embusteros y poesías; fueron utilizadas primero por académicos angloamericanos y más tarde por intelectuales de los mismos grupos multiculturales. Pero, principalmente, a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la literatura multicultural logró obtener un círculo de lectores a través de los periódicos y las revistas. De hecho, a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, tomó la forma, mayormente, de columnas de periódicos. En Chicago, el periodista Finley Peter Dunne creó el personaje de un tabernero, Mr. Dooley, irlandésnorteamericano parlanchín que debatía asuntos locales, nacionales e internacionales con un público que sólo consistía en una persona, un parroquiano llamado Mr. Hennessey. En la ciudad de Nueva York los inmigrantes judíos leían religiosamente la columna "Bintel Brief" en el periódico en yiddish Cahan’s Forward. Esta columna, que consistía en cartas de recién llegados que buscaban consejos y ayuda y en respuestas de un redactor anónimo, tenía un amplio círculo de lectores. Y en Oklahoma, Alexander Posey, un indígena creek, creó columnas periodísticas cómicas con su personaje central Fus Fixico y su compinche Hotgun. En las primeras décadas del siglo pasado hubo algunos ejemplos de literatura formal entre los grupos étnicos. Mary Antin y Anzia Yezierska promovieron la literatura judíonorteamericana con sus novelas y memorias. La obra Their Eyes Were Watching God, de Zora Neale Hurston, y otras obras de escritores del renacimiento de Harlem Renaissance en la década de 1930 tuvieron un efecto limitado, pero Native Son, de Richard Wright, que trata de un joven negro de Chicago, fue un éxito inmediato en 1940, y fue una selección del popular Book-of-the-Month Club, la primera novela de un escritor negro así seleccionada. Sin embargo, la literatura étnica, particularmente la escrita por mujeres, solamente pasó al primer plano en las décadas posteriores. Durante las décadas de 1940 y 1950 predominó la novela de "protesta" en la literatura afronorteamericana, dominada por Wright, Ralph Ellison y James Baldwin (si bien las novelas de misterio de Chester Himes tenían su público). Durante la época de la posguerra, desde luego, con la llegada del movimiento de los derechos civiles en los años sesenta, el activismo político chicano y la migración procedente de Latinoamérica y Asia desde la década de 1970 en adelante, era enteramente natural que el aumento de la población multicultural estadounidense produjera un acervo de obras escritas que debía tenerse en cuenta, tendencia que continua en el nuevo siglo. La interrogante era ¿cómo llegarán estos trabajos a formar parte de la literatura de Estados Unidos?.

¿Cómo funciona?

El estudio mismo de la literatura multicultural tomó forma gradualmente durante las tres últimas décadas. Es probable que a finales de los sesenta un estudiante en una universidad representativa tuviera oportunidad de familiarizarse con uno o dos escritores, máximo, en su curso general de literatura. Como siempre, ello tenía que ver más con la industria editora, con lo que ésta publicaba que con racismo o elitismo. La primera tarea difícil para la comunidad académica era demostrar con éxito la importancia de la literatura étnica en los programas de estudio. La segunda era convencer a las casas editoras de los méritos de este acervo de obras. Alice Walker, autora de El color púrpura y muchos otros libros, recuerda haber leído, en un curso de estudios superiores para graduados, una versión en fotocopia de la memorable novela de Hurston y preguntarse por qué nunca había oído hablar de este autor y, todavía más, por qué no había sido impresa en ninguna parte.
Para producir efecto las obras multiculturales tenían que lograr éxito en dos campos. El primero era las aulas universitarias. Las universidades son el lugar donde se capacitan los profesores y donde futuros eruditos se inmersan en su materia y toman decisiones sobre sus carreras con base en esa investigación. En ese sentido, las instituciones de estudios superiores tienen un vínculo directo con las preferencias que desarrollan los adultos en sus lecturas. El segundo campo comprendía las organizaciones nacionales, tales como los mismos lectores, o grupos particulares que patrocinaban conferencias anuales con miles de participantes y abundantes disertaciones de especialistas, que tenían tanta influencia en académicos en ciernes, así como en venerables autoridades en la materia; adhesión al canon que matizaba gente como Hawthorne, Fitzgerald, Faulkner y Hemingway y de unos pocos escritores judíos contemporáneos como Phlip Roth y Saul Bellow. En una reunión anual un grupo de especialistas jóvenes insistió, inútilmente, en que se dedicara una sesión de un grupo de discusión a la literatura multicultural; al ser rechazados se reunieron en el pasillo de un hotel para celebrar una discusión improvisada sobre literatura afronorteamericana. De esta conversación espontánea surgió la Sociedad para el Estudio de la Literatura Multiétnica de Estados Unidos, MELUS, quien tiene capítulos en varios países (En Latino y Centro America no) y planes de establecer más en otros países, celebra dos reuniones anuales en la conferencia de la MLA, y publica una revista que ha dado a conocer a los estudiosos muchos escritores nuevos de diversos orígenes.
Con estos avances dentro de las organizaciones de especialistas y la oleada de gente nueva que llega a Estados Unidos, el hecho es que la literatura multicultural, como dirección y disciplina, surgió principalmente de una serie de acontecimientos en los estudios de literatura desde los años setenta en adelante. Los trabajos de la crítica europea sobre "diferencias" en literatura estimularon a especialistas en Estados Unidos, como el profesor Edward Said, de la Universidad de Columbia, a explorar el asunto, i.e. la situación de "la otra" literatura y lo exótico en la literatura occidental. Por tanto, los especialistas comenzaron a estudiar escritores de diferentes etnias y orígenes raciales, como Maxine Hong Kingstson, estadounidense de origen chino, y Leslie Marmon Silko y Gerald Vizenor, indígenas estadounidenses. Finalmente, una nueva definición de etnia, según la cual ésta depende de los linderos, no del contenido, postulada por el profesor de literatura de la Universidad de Harvard, Werner Sollor, en su obra "Beyond Ethnicity", de 1986, tuvo un efecto decisivo. Su afirmación de que toda la literatura (estadounidense) es étnica y su análisis cuidadoso tanto de obras del canon tradicional como del creciente número de textos étnicos instó a un replanteamiento del canon mismo: uno de los componentes más importantes para su estudio es la preparación de una o más antologías, ejemplos representativos que tomados en conjunto puedan formar la base de un curso de estudio; dedicadas al estudio de literatura etnica, en las que estén bien representados autores multiculturales, así como disciplinas individuales.

¿Quiénes son estos escritores multiculturales?

Son numerosos y maravillosamente diversos. Hoy en día, ciertamente los estudiantes en todo el mundo tienen la oportunidad de familiarizarse con las obras de novelistas, dramaturgos, poetas y biógrafos cuyas raíces se encuentran en el Caribe y México, India y Corea, Pakistán y Vietnam, el Líbano y las Filipinas, así como en el Estados Unidos, Sur, Centro America negra y sus pueblos indígenas. Es interesante tomar nota de una posible expansión futura en una nueva dirección dentro del campo de la literatura estadounidense multicultural. En el mundo académico uno de los problemas más enojosos ha sido el hecho de que una cantidad significativa de trabajos, incluidos con justicia en esta disciplina, escritos en otros idiomas fuera del inglés, han sido mal traducidos. Ello dio origen a que el Instituto Longfellow, recientemente creado en la Universidad de Harvard, se dedicara a identificar, coleccionar y traducir nuevamente literatura de muchas culturas y de todos los períodos. La reciente antología de Werner Sollors, Multilingual America; Transnationalism, Ethnicity and the Languages of American Literature, da una idea de la tarea que se realiza en el Longfellow.

No hay duda de que estos hechos que amplían la influencia de la literatura multicultural en paralelo con su creación misma por una miríada de narradores en ese campo, no carecen de una cierta medida de controversia y debate. Cada nuevo enfoque de un profesor o estudiante puede ser intimidante, hasta que la asignatura se ha explorado. Con todo, hoy día, generalmente nuestros paises latinos no reconocen que parte de su mejor literatura contemporánea es multicultural en origen, narrativa, ideas y perspectiva y que los planteamientos sobre la familia, la identidad, la búsqueda de la propia expresión y la comunidad, que hacen los miembros de otros grupos étnicos y raciales en la novela y fuera de ella, se refieren a todos nosotros. Finalmente, dada la composición cambiante de la población de la nación, la literatura multicultural es inequívocamente representativa; de sí misma; y pese a que podria ser considerado un fenómeno relativamente reciente, sin embargo se mueve a traves del tejido formado prioritariamente por mujeres: Prudence Bellamy, Eulalia Bernard, Joyce Anglin, Marcia Reed, Shirley Campbell, Delia Mc Donald, Carol Britton, Kyria Perry, y Janel Matarrita Mc Calla, de Costa Rica, sosteniendo la punta de lanza con el aporte de muy pocos hombres, en este caso los casos más relevantes serian Dolores Joseph, Quince Duncan, ambos prositas, y Marvin Wrigth, poeta, con un paso algo más que brivante y fuerte. A esto se June Beer, afronativa de Bluefileds Nicaragua, Maya Cu, y Rigoberta Menchú, por Guatemala.

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Dlia Mc Donald Woolery. Promotor y Difusor Cultural. Instructor de talleres de Literatura Étnica y Creativa. Presidente Asociación Café Cultural Francisco Zúñiga D., y Directora Ejecutiva Fundación CE.Cet.

Arte y Letra

• 2007. Mestizaje And Racial Categories As Hegemonic Forms Of Representation In Costa Rican Literature. Estudio de su obra Syracurse University, New York, Dr. Kwane Dixon.
• 2007. Women Unfolding the City. Women Write The City In Latin America. University Of Minnesota. P.167-185
• 2004. Instinto Tribal. Antología Poética, Dlia Mc Donald Woolery, Diseño Editorial
• Picaras, Místicas y Rebeldes, antología, 100 años de poesía escrita por mujeres, Maricruz Patiño, Leticia Luna, UNAM, V: 1 y 3
• 2003. Voces Tatuadas: Crónicas de la Poesía Costarricense, 1970-2004, MIRADAS SUBJETIVAS 3. LETRAS. Centro Cultural España. Ediciones Perro Azul, 2002...
• 2003. Me Nabel String Is Buried There: Place Language And Identity In Afrocaribean Literature. Estudio de su obra. Universidad de Missouri en NY y Columbia, Inglaterra, Dorothy E. Mosby. Place, Language and Identity in Afro-Costa Rican Literature. Columbia, MO: University of Missouri Press. 264 pp.
• 2002. Poesía de fin de Siglo, Nicaragua-Costa, Ediciones Perro Azul
• 2002. …la lluvia es una piel, San José, Ministerio de Cultura Juventud y Deportes
• 2001. Mujeres Poetas, en el País de las Nubes, Antología, México
• 2001. Antología de La Nueva Poesía Costarricense, Luis Chaves. Casa de la Cultura Ecuatoriana, “Benjamín Carriòn”, Ecuador
• 1996. FRONDAS. San José, Ediciones del Café Cultural
• 1994 Sangre de Madera, San José, Ediciones del Café Cultural
• 1993. El Séptimo Circulo del Obelisco San José, Ediciones del Café Cultural

Referencias

1. ↑ Eagleton, Terry, Una Introducción a la Teoría Literaria, 29
2. ↑ Barthes, Lección Inaugural, pp. 120-124

1 comentario:

la coleccionista dijo...

Y Del, le quité tus personales y telefono; de todos modos los deben de tener, porque considero que como en face esas cosas pueden ser peligrosas

Caleb

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