domingo, 24 de febrero de 2013

Inventarios mínimos

     Por tercera o cuarta vez en menos de tres años he leído los textos de dos doctores en literatura, uno con el tupé suficiente de sacar al mercado textos rivales entre sí al premio de lo más malo que un poeta-escritor con mediano talento debería saber sus debilidades, y otro escrito por una mujer que al menos a mí me llena de vergüenza ajena al poner las cosas en su lugar y este: ¿Qué está pasando con nuestros autores? ¿Qué?
    En fin. Vamos al libro.  
    Lo leí. Re-leí y finalmente me quedan solo preguntas y muy poco deleite; y en mí, ese es un verdadero problema:  lamento tener que decir ni con el inventario más mínimo, voy a estar de acuerdo con esta propuesta que fue lo suficientemente vano y fútil como para intentar abandonar su lectura en la segunda página, pero la disciplina de lector, de querer buscar algo bueno en alguna parte para no tener que reconocer que me equivoqué cuando creí que este autor tenía un trabajo de mérito que podría llegar a ser algo en un futuro me obligó a seguir…

Textos como estos son los que contribuyen a que quienes
 tienen cierta sensibilidad terminen por odiar más la poesía... 
Claro. No voy a negar que a partir de… lo que han hecho Delia Mc Donald, Francisco Hernández y Laurencia Sáenz…, aparecido entre muchos otros comentarios sobre PN., pero no en su blog, como corresponde a un CRITICO LITERARIO INDEPENDIENTE; con verdadera conciencia de lo que sabe y puede exponer con hechos concretos tiene peso en todo esto, pero tiene mayor peso el hecho de que cuando se creó LA COLECCIONISTA DE ESPEJOS, se hacía desde la visión del lector que sabe qué le agrada y qué no, y así lo expone, porque para mí en especial la poesía, NO ES EL PROGRAMA DE CHUNGALETA, y nada es muy bonito, muy bonito, porque lo dicen nuestros amigos y favorecedores, al menos, no en lo personal y menos en lo profesional… 

     Al final, la obra es lo que queda y sin crítica, resulta que el autor no es NADA. 
     Por su puesto, mi forma de pensar podría deberse al hecho, de que no estudié filología, ni tengo una Maestría Literaria como Cal, por tanto no estoy maleada sino que puedo decir las cosas desde mi experiencia se basa en una carrera profesional que no se limita, si acaso, a una página o dos en WIKIPEDIA que me hagan aparecer autor consagrado en lugar de decir, que visto el perro las pulgas son lo de menos, pero también importan…
Sobre el libro
  Como critico literario, partamos siempre de que se presume idoneidad hasta que se demuestre lo contrario: la literatura poética, tiene reglas, imágenes, construcciones y estilos que se plantean de acuerdo al prontuario del autor; pues como se ha dicho muchas veces, en especial el poeta es el biógrafo de su tiemp
   Mi lectura, (y tiré el libro bien lejos cuando lo terminé por eso no esperen encontrar el copy paste de algún texto), arroja una colección de Ideas Premium que como VISA, no tienen precio, mucho menos ni idea de su valor semántico…
 
      Dice quién hace la reseña en el periódico del domingo que… la vida es como una película con personajes, escenas, episodios, tristezas, alegrías, drama, esperanza, desilusión, pasiones; y que en su nuevo poemario, Inventarios mínimos, el escritor Gustavo Solórzano Alfaro explora con un dejo de nostalgia diversos momentos de la vida, el amor y el oficio de escribir…
   Corríjanme si me equivoco, entre escritor y poeta, que son y no son lo mismo, existe una delgada línea que se establece desde el mismo instante que colocamos la primera palabra sobre la virgen blanca del papel; es decir la idea siempre tiene su lugar y subsiste más allá de lo que deseamos plantear. Y eso no es culpa de quién prepare la nota sino del autor. Segunda corrección, ¿Cuál es el oficio del poeta sino escribir sobre la vida que es una colección de personajes, escenas, episodios, tristezas, alegrías, drama, esperanza, desilusión, pasiones; que nos definen desde la niñez y que al volver a ver vemos como una película? ¿Cuál es la novedad aquí, sí desde Shakespeare hasta Lezama Lima la constante es la nostalgia y él, desde su blog, no es ajeno a eso?  (Voy a aclarar que no leo blogs ajenos. Me limito a lo que los chicos, y no hablo de Kat, o Syl, sino de los que tienen más tiempo para ello, me cuentan o refieren, o incluso me postean para qu yo intente leer, pero la verdad internet tiene cosas más interesantes, por eso lo supongo…) ¿Escrito en tercera persona? Perdón el autor no tiene que decirle al lector como piense del libro. Para eso es un libro y un libro es casi siempre una película… por eso ganan premios, —y este en mi opinión, no tiene ninguna posibilidad— es el caso de Alfredo Trejos o Juan Carlos Olivas, en poesía, (que es el campo en que me desarrollo más aunque sin el conocimiento de las definiciones que ellos conocen de forma un poco más cercana) ambos ganadores de PN, tienen mayor efectividad, logro, intencionalidad, ficción, riesgo poético, imagen lúdica, fondo y trabajo; que en este poemario están por completo ausentes.
   De un modo menos frívolo que Tríptico las mareas, este libro carece de sensaciones que me hagan sentirme anclada a alguna parte, o me revelen algo que haga sentir que tiene algo de mayor importancia que decirme: y esa ausencia es la que yo como lector puedo cobrar cualquier en texto, porque como CRITICO, es todavía menos lo que puedo decir; bien escrito y ya; pero es porque la poesía no debe ser un ejercicio, sino un logro. Concreto. Profundo.  No diluir las esencias para lograr sensaciones y efectos que, al menos yo no encuentro en ninguna parte. 

Paradójico porque este es, quizás; uno de los mayores conocedores SU poesía contemporánea; pero como el de la Dra. Zavala se queda ahí, en neutro, a la mitad de un camino recto ni torceduras, es decir, en Zona de Confort.
Sobre el libro:
   Todo poeta debe tener compromiso con su obra.
   Esta proesía como decía hace mucho tiempo German Hernández, dejó de existir a su vez por su abigarramiento de estructuras literarias neo-clasicas en que la distancia de un relator que se supone externo relata una historia poética desde algún rincón de la memoria, no hace mayor cosa que señalar los fallos de origen:
  1. El supuesto rompimiento de la rima tradicional antiguamente utilizada por Solorzano, es verdad, pero se sustituye por una interna que pretende engañar al simular ausencia de la anterior
  2. Falencia de estructuras y juegos lúdicos, que vuelven ciertos textos desabridos
  3. Circularidad alrededor de una misma idea sin definir por qué se plantea.
       Se queda en eso.
      No hay aportes, soluciones, conductualismo, entendimiento que no pasa de ser un colofón; oculto bajo la fachada de ser conocedor de una temática (el uso de la tercera persona) que SU generación no domina sobre todo si tomamos en cuenta que:
Hace más de cuarenta años, Carlos Rafael Duverrán, una referencia obligada para este tipo de texto, hizo este tipo de rompiente y acercamiento poético; con mejor claridad idiomática… tras pocas páginas, terminé por notar lo poco consecuente que son las acciones, en términos generales, con la creación literaria y sus rituales de configuración y aceptación.
Sobre el libro
Más allá de lo que se diga; en 40 poemas que conforman el libro –publicado por la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia; y aquí la pregunta es obligada: ¿Contrató la empresa un editor externo que se ocupara del libro del editor planta o siguió el editor de planta las mismas prerrogativas que se asignan a autores de externos en tiempo de espera, resolución y ejecución…?,  no hay ningún tipo de riesgo. Entonces,  ¿Cuál es el compromiso con la obra.

  Nada más que un INVENTARIO que no viene del termino de creación sino de acumulación, MINIMA/O alabanza al poco esfuerzo que requirió la creación de este tipo de texto. 
Sin embargo, las dos palabras juntas hacen un bonito título. 
Nada más.
Cae en lo mismo que tanto critican: publicar lo de siempre. 
Como no voy a gastar ni una hoja de güitite en asignarle espejos ni quebrados que fueran a esto; que como los autores mencionados anteriormente es realmente malo, en mi opinión, no le veo futuros espejos a menos que sea el que el autor compre y le muestre a los demás…
   ¡Qué gran lástima que se desaprovechen de esa manera los recursos!
    Para La Coleccionista de Espejos:
                                                                         Dlia Mc Donald Woolery…
 


2 comentarios:

la coleccionista dijo...

Maes, vamos a pagar una misa: Dell volvió!!!
Rakel la de Julio

Gustavo Solórzano-Alfaro dijo...

Hola, Dlia:

Muchas gracias por el tiempo y por el espacio dedicados a mi trabajo.

Saludos,

Gustavo

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