viernes, 6 de septiembre de 2019

Rotundamente Negra...

Shirley Campbell Barr
Por:  carlos.morera.beita@una.cr.

La creación literaria de tipo multicultural, recién comienza a asimilarse en el país, con lo cual, deberían generarse condiciones para una producción literaria más diversa. En Costa Rica, como en otros países, se homogeniza y la literatura es categorizada dentro de las principales corrientes literarias, mientras otras tendencias son ignoradas o invisibilizadas. De esta forma surge una creación literaria ligada a grupos sociales históricamente excluidos que se esfuerzan por divulgar sus trabajos y convertirse en una voz para estos grupos. Me refiero a grupos como los afro-descendientes  e indígenas así como “queer” como se les denomina a los gay, lesbianas y transgéneros

Dentro de estas literaturas destaca la que exalta y promueve el reconocimiento de la  cultura afro-descendiente y que en nuestro país inicia con la producción de Quince Duncan en la segunda mitad del siglo pasado. A este grupo se ha sumado  Eulalia Bernard y más recientemente Shirley Campbell Barr y Dlia Mc Donald. Recientemente fue publicado en España el último poemario de Shirley Campbell Barr Rotundamente Negra y otros poemas, así Campbell se ha transformado en  una de las creadoras más activas de la cultura afro-descendiente en el país.

En su poesía se identifica un gran compromiso y activismo político, creo que es de los escritores y escritoras afro-costarricenses con mayor compromiso con las causas políticas. ¿Cómo surgió este encargo y cómo ha permeado su trabajo creativo?

Somos naturalmente entes políticos. Políticos en el mejor sentido del término. Yo intento ejercer no solo mi derecho, sino también mi capacidad y mis posibilidades políticas para comunicar mensajes de la forma más sonora y creativa posible. Además creo, que  cuando se es parte de una “minoría” invizibilizada  y marginada históricamente no queda más remedio que asumir la función que se te ha otorgado. Me encanta la palabra encargo que has usado, porque es efectivamente un compromiso histórico del cual no me atrevo a escapar, porque me pesaría por el resto de mi vida. Es una responsabilidad ser, de alguna manera, vocera de una causa que considero justa y que además me atañe de manera personal. El número de escritores afro-descendientes continua siendo escaso, por lo que al haber tenido la oportunidad de publicar y levantar la voz por medio de la poesía,  tengo que ser consecuente y hablar por los que no lo pueden hacer. La poesía y el arte en general, son una forma maravillosa de educar y de celebrar.

Cómo apareció esto de andar por la vida acopiando palabras para escribir poesía y quiénes han sido los referentes que han permeado en su trabajo.  ¿Cuándo comenzó  a escribir poesía y bajo qué designios surgió? 

Yo creo que la poesía me fue hallando en el camino. Me fui encontrando con los momentos, las circunstancias y las personas apropiadas que me ayudaron a ir creando y juntando palabras y luego imágenes y cuando me di cuenta estaba haciendo poesía y compartiéndola.  Empecé a escribir allá, todavía en la escuela y de la mano de Ronald Bonilla, Carmen Ugalde, Osvaldo Sauma, que me ayudaron a entender que lo que yo tenía que hacer era poesía y ahí me fui encontrando conmigo misma y entendí que la poesía era lo mío. Una vez involucrada en el movimiento entendí que yo tenía una labor que asumir y los amigos, el trabajo, la vida me fueron mostrando el sendero y aquí estoy con la frente en alto. Referentes? la verdad no sé, son tantos. He leído de todo. De hecho siempre me gustó más la narrativa que la poesía. Leí mucha literatura latinoamericana, me gusta mucho Octavio Paz, Mario Benedetti, Jorge Debravo, Julián Marchena. Después conocí mujeres como Doris Lesing, Cecilia Meireles, Rosario Castellanos o Maya Angelou. No sé, Nicolás Guillen, de quien aprendí tanto y sigo aprendiendo tanto.

Ha sido una escritora, como usted misma lo admite en alguno de sus poemas, que vive un auto-exilio voluntario. En este proceso ha vivido en países como Zimbabue, Jamaica, Estados Unidos y Brasil entre otros. Sin embargo, encuentro que a pesar de la distancia, se mantiene un fuerte hilo articulador con las preocupaciones temáticas del país. ¿Cómo logra esto?

Lo que pasa es que yo solo tengo un país. Un país al que aprendí a querer y  valorar en su justa medida solo después de salir y vivir en otros.  La vida me ha permitido vivir en diversos lugares,  trabajar y aprender de otros pueblos y de otras nacionalidades. Además me ha permitido dejar un poco de mi huella en otros lugares, con personas y en lenguas diversas. Además he ido aprendiendo en este camino a valorar profundamente mis raíces africanas y las reivindico en todo lo que hago. Pero solo tengo un país. En él están mis padres y mis hermanos y hermanas y mi familia extendida y mis amigos de toda la vida y al que, finalmente, cuando pasen algunos años más, yo quiero regresar. Por eso, yo trato de mantener los vínculos y no perderme en el camino. Me mantengo al tanto y participo siempre que puedo. Voy y vengo y escribo e intento aportar en lo que pueda e intento ser la misma persona que cuando salí de mi país.

A pesar de que ha vivido tantos años fuera, su trabajo es muy conocido en Costa Rica. Sus poemas han aparecido hasta en almanaques. ¿Cómo ha logrado ese nivel de reconocimiento?

Siempre he intentado mantenerme cerca de mi país. Somos un número muy reducido de escritores y escritoras negras en Costa Rica, por lo que intento ser un referente no solo de la poesía sino también para esa población. Sin embargo, honestamente pienso que en Costa Rica mi trabajo no es tan conocido como podría ser. Yo siento que se me conoce y se valora más afuera que adentro. Hoy yo sé que mi trabajo tiene un valor estético, político y social que es lo que ha hecho que sea respetado y divulgado. Como mencioné antes, las poblaciones negras en América latina y en general en el mundo necesitan más y más voces para sentirse representadas.  Yo creo que ese es, en parte, el valor de mi trabajo. Las mujeres y las niñas negras de América Latina por ejemplo, quieren ver más caras como las suyas en todas las esferas de su vida e identificarse con ellas. Necesitan referentes. Necesitan mujeres negras como ellas que les miren a los ojos en poesía o en cualquier idioma y les cuenten su historia y las inviten a continuar con esta lucha. Mi poesía quiere contribuir a devolverles ese amor por nosotras mismos y por nuestra historia que nos ha sido arrebatado por siglos.

 A nivel del continente, su poema «Rotundamente negra», se ha transformado en un icono para las mujeres negras. ¿Qué siente ver como su poema dejó de ser parte suya individualmente y ahora es bandera del colectivo.

Esa es una de las cosas que más me llenan de satisfacción. Rotundamente negra ha recorrido el mundo, porque no solamente es América Latina, es también España, en donde ha sido traducido al catalán y ha sido parte de textos educativos. Está siendo utilizado por grupos de activistas por los derechos de los afro-descendientes.  En Paris, fue leído hace dos años atrás por la Directora General de la UNESCO, en la sesión que celebraba el día de la mujer africana. Ya ha sido utilizado en radio novelas populares, etc.  En América Latina, ciertamente, las mujeres se apropiaron de rotundamente negra y lo declaman y lo estampan en sus bolsos y camisetas, es emblema de diversas organizaciones. En Brasil, a pesar de hablarse una lengua diferente, el poema pertenece a las mujeres del movimiento negro, y se lo saben de memoria y lo corearon recientemente cuando yo daba una conferencia en el Festival de la Mujer Afro-latinoamericana y Caribeña, en Brasilia. Me lo encuentro traducido al portugués y al inglés y al francés en internet. En fin, nunca imagine ver mi poema donde hoy está.  Efectivamente, no me pertenece, es de las mujeres negras y eso es maravilloso.  Esa es, sin duda, de las mejores retribuciones que sin proponérmelo, mi oficio de poeta, me ha dado.

¿Cuál es su dialogo con los escritores del Caribe que escriben en otras lenguas, que no es el castellano así como con los escritores brasileños?

Yo tuve el privilegio de vivir poco más de cinco años en Jamaica y viajar por el Caribe y un poco en esa literatura que es, por cierto, casi completamente desconocida para nosotros. Existe una serie de autores que son representativos de esta del Caribe con los que tuve ocasión de encontrarme y compartir y es que la literatura en el Caribe no solo está ligada a la escritura porque envuelve música y poesía y experiencias cotidianas que se encuentran en géneros novedosos que expresan una temática que a menudo nos hermana con el resto de los pueblos de la diáspora en América Latina. Los temas de identidad, migración, ancestralidad en medio de esa literatura rítmica y que nunca se desliga de esa oralidad que ha sido determinante para su construcción. Existe ciertamente un dialogo que nos convoca a través de temas y búsquedas comunes. Infelizmente en nuestro medio es muy poco lo que se conoce sobre la literatura Brasileira y es prácticamente nada lo que se sabe sobre literatura afro Brasileira. Brasil es un universo en sí mismo y  su universo literario no puede más que reflejar  este país continental. Así mismo, este país está viviendo un momento muy importante de activismos y de transformaciones político social para las comunidades negras. Existe un gran movimiento artístico-cultural negro, así como una serie de círculos crecientes de pensadores e intelectuales afro-brasileiros que están haciendo un notable trabajo. A través de participaciones como conferencista en Universidades, invitaciones a  encuentros, Ferias del libro,  recitales, etc., tuve el privilegio de encontrarme, intercambiar y ser parte del movimiento de poetas afro-brasileiros que están tratando de aportar su cuota para cambiar la historia de todos los brasileiros.  Si, existe un dialogo, porque nuestras luchas son las mismas, nuestras reivindicaciones son las mismas. Porque como el resto de los escritores y escritoras negras en América Latina, están luchando por ocupar un lugar en la literatura universal que reconozca aportes y estilos y temáticas como elementos determinantes de una escuela y canon literario, que incluya esta literatura afro latina. La comunidad afro-brasileira, las mujeres afro-brasileiras nos abrieron la puerta, a mí y a  mi  poesía. Fue en Brasilia, que realizamos el lanzamiento  “Rotundamente negra y otros poemas” con el apoyo del Instituto Cervantes y con la participación del poeta Jorge Amancio, la poeta Kori Bolivia y el activista y líder afro brasileiro Zulu Araujo. Finalmente para  el año 2015, mi poema “El cabello de Illari”,  junto con el audio con la lectura del mismo, será parte del material de lectura obligatoria para el programa nacional de educación en español. Lo cual,  me hace sentir muy orgullosa.

 En el 1988, publicó su primer libro Naciendo, por la editorial de la UNED. Luego surgió Rotundamente Negra en 1994, que fue reeditado en 2006 por la extinta editorial Perro Azul. Posteriormente vino “Desde el principio fue la mezcla, con fotografías de Garreth Britton en 2009 y la antología “Palabras indelebles de poetas negras” junto a  Delia McDonald. Tu última obra, publicada el año pasado bajo la colección Torremozas, España fue tu antología Rotundamente Negra y otros poemas. ¿Cómo llegó ese impulso de cruzar el océano con su trabajo.

La verdad es que estas oportunidades van apareciendo y hay que ir tomándolas en el camino. Una como artista o escritora, vive soñando con que su obra se expanda y llegue a más y más personas. Será porque una sabe que tiene algo importante que decir. Torremozas me ofreció esa oportunidad y el resultado fue  “Rotundamente negra y otros poemas” que salió en diciembre del 2013. Este libro  es una compilación de poemas que publicados y otros inéditos. Ha sido una gran experiencia porque el libro ha tenido críticas muy positivas y ya ha estado en diferentes ferias del libro en España en donde ha sido muy bien recibido.

 ¿Hoy se habla que la poesía está en decadencia. ¿Cómo explica esta situación?

Yo no creo que la poesía esté en decadencia. Una muestra de eso es la forma como se han multiplicado los encuentros, Festivales, recitales poéticos, etc. así como los libros publicados por los propios autores. Creo  que nuestras sociedades caminaron a modelos mucho más mercantilistas y superficiales y con toda esta revolución cibernética, las editoriales publican menos de todo. Sin embargo, creo que las personas nunca antes se interesaron por poesía, ahora la leen porque la encuentran en el internet, en redes sociales, etc. No creo que la poesía este en decadencia, creo que ahora, además de leerla, la gente participa más de los eventos y entiende un poco más de poesía. Creo que la poesía está llamada a recuperar el espacio como parte medular de movimientos sociales y como un arte mucho más al alcance de la mano de todos.

  ¿Cree que ha avanzado la sociedad costarricense hacia reconocerse como  una sociedad multicultural y por qué?

Creo que en definitiva, nuestra sociedad tiene un poco más de conciencia hoy, que hace veinte años por ejemplo. Pero el asunto no es simplemente reconocerse como una sociedad multicultural, lo critico es comportarse como tal en todas las esferas de la vida en sociedad: Política,  social y culturalmente.  Creo que a nivel de normativa, vamos por buen camino, lo más importante sin embargo es que las instituciones, el sistema educativo, el sistema político y la sociedad en general interioricen esta realidad. Porque no se trata de que alguien nos diga que somos una sociedad multicultural, simplemente somos. Solo basta con mirar a nuestro alrededor y vernos las caras y darnos cuentas de que estamos conformados por una maravillosa gama de grupos y culturas. Entonces reconocer que todos hemos contribuido a la construcción de esta sociedad diversa en que vivimos.

¿Cuáles son sus proyectos literarios actualmente?

Yo sigo aquí, fuera de mi país, haciendo poesía y trabajando por la causa de los afro-descendientes. Mi poesía es mi forma de hacer activismo y lo disfruto mucho.

Mi proyecto es escribir y escribir. Continuar siendo una voz que habla fuerte y en poesía para los pueblos negros y para quien me quiera escuchar. Yo quiero ser parte de los que están tratando de re-escribir la historia, los que quieren cambiar la historia. Yo quiero sacar la cara por mis abuelas y por todas esas mujeres de mi familia que no pudieron levantar la voz. Quiero que mis hijos estén orgullosos de mí y que mi madre y mi padre estén orgullosos de mí, porque estoy trabajando por lo que creo y la poesía es una forma maravillosa de ser. Ese es mi proyecto principal, el de todos los días. Pero además quiero contar la historia de mi familia y con ella la historia de otras muchas familias de afro-costarricenses, familias negras  que siguen resistiendo y triunfando. El próximo año es especial para mí. Voy a publicar un nuevo libro, con poemas e historias y crónicas de viaje. Seguiré participando como hasta ahora en eventos y actividades que me permitan promover mi trabajo  y aportar y dar insumos para esta lucha por reconocimiento y por espacios para una participación más efectiva.

 Tres palabras que se sintetizan como poeta.

Yo soy una poeta rotundamente negra.

 ¿Qué haría para mejorar la producción creativa dentro de los afro-descendientes en el país?

La población afro costarricense, como otras minorías necesitan referentes. Necesitan tener estímulos para crear. Es necesario dirigir esfuerzos y recursos y hablar de literatura afro-costarricense. Que los afro-costarricenses se identifiquen y sientan que lo que tienen que decir vale la pena. Yo creo que la creación literaria debería ser incentivada no solo entre los afro-descendientes. Escribir debería ser incentivado por nuestro sistema educativo y la diversidad e interculturalidad deberían ser parte de nuestro sistema educativo. Empezar a reconocernos es el primer paso. Trabajar en las comunidades en donde existe más población afro y promover la importancia de su historia y su cultura. Que el país entero se reconozca propiciara para mí, que más y más gente quiera compartir sus talentos y sus historias.
Trasladado de Literofilia.com... por referencia del autor del articulo

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